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viernes, 27 de febrero de 2009

El bosque

No sé cómo lo descubrí. No sé cómo uní los dos estímulos. Debía de tener siete años y ya había hecho la primera comunión en uno de los días más ominosos que recuerdo. Hoy pienso que fue fruto de una inspiración genial. Estaba en casa de mis tías solteronas, Elda y Angelita. La primera era huraña y malhumorada mientras que la segunda siempre estaba de buen humor y tenía ganas de cantar y hacer bromas. Preparaban una de las mejores paellas que he comido en mi vida en la que el arroz tenía un color oscuro por las alcachofas que le añadían. Cuando iba a su casa, me maravillaba el aire antiguo que tenían todos los muebles, los techos altísimos, el largo e interminable pasillo, las baldosas que se movían cuando las pisabas, el cuadro de época -un hidalgo sombrío y solemne con gorguera, con la mano en el pecho, cuyo rostro me producía miedo cuando pasaba junto a él: ellas pensaban que era un cuadro valiosísimo por la antigüedad que tenía ¿siglo XVII?-, el despacho de muebles oscuros y siniestros... Todo era un espectáculo para un niño imaginativo e hipersensible.

Un día que estaba solo -mis tías habían ido al mercado y no volverían en un buen rato- me dio por beber agua. Me bebí un vaso de agua del grifo, me quedé con sed (era verano), seguí bebiendo y fueron cayendo más vasos. Ya no tenía sed pero volví a abrir el grifo y echaba más agua. Así hasta nueve o diez vasos. Aquello me produjo un fuerte mareo. ¿Habéis probado a beberos dos litros de agua sin parar? No sé por qué pero aquello me produjo un estado próximo a la ensoñación. Me puse a deambular por la casa, de un lado a otro, hasta que entré en el baño. Vi la gran bañera de metal blanca y sostenida por cuatro patas. Bebí otro vaso de agua y entonces se me ocurrió tomar el espejo que estaba encima del lavabo. Lo descolgué y lo cogí con mis dos manos a la altura del vientre. El espejo reflejaba lógicamente el techo. Comencé a caminar por la casa mirando únicamente al espejo. ¡Ohh! -exclamé- Iba andando por el techo. Tenía la impresión de haber cambiado de dimensión y moverme en un mundo aparte. Mi hinchazón por el agua y el juego del espejo reflejando el techo me transportó a un mundo distinto. Lo más sorprendente era cuando tenía que salir de una habitación y entrar en otra o al pasillo porque había de sortear el dintel de la puerta. Lo hacía con suma precaución, alzando primero un pie y luego el otro. Estaba al otro lado del espejo, en otra casa, en otro mundo que era sólo mío, era como un mundo en negativo del que estaba acostumbrado a ver cotidianamente. Aquella no era la casa de mis tías, era la casa de otras tías que estaban en otro lugar. Vi la realidad transfigurada, dotada de una nueva luz. ¡Qué sensación de sorpresa! ¿Nadie conocía aquel mundo excepto yo? Fui de una habitación a otra atravesando el pasillo en el que sorteaba las luces anticuadas del techo, la lámpara de madera oscura del despacho, los desconchados en que la pintura estaba cayendo, entraba y salía de las habitaciones con sumo cuidado de no tropezar... No sé cuánto tiempo pasé así, pero de pronto oí la voz cantarina de Angelita que llegaba por la terraza que daba a la escalera. Me llamaba. Fui caminando deprisa por el pasillo hasta el baño sin salir de mi hechizo. Volví a colgar el espejo en las dos escarpias y salí del baño confuso sin saber en qué dimensión estaba. Me costaba andar por el mundo de este lado. Angelita y Elda abrieron la puerta de la cocina y yo me quedé mirándolas extrañado de estar aquí, en este ángulo.

Podrá parecer extraño que traiga este recuerdo aquí. Volví a repetir aquello siempre que tenía ocasión. Para ello sólo hacían falta tres elementos, todos maravillosos para un niño: soledad, agua y un espejo. Hace unos días visité en el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) unas instalaciones del artista brasileño Cildo Mereiles, y tuve una impresión semejante sin necesidad del agua o del espejo. El artista nos trasladaba a espacios mágicos, a otras dimensiones, a lugares cuyas imágenes no veo sino existentes en el mundo poderoso de la infancia. En una entrevista que hoy publica El Periódico de Catalunya, Cildo Mereiles dice acerca del sentido del arte: El arte es algo que te secuestra del momento y del lugar. Viajas. Quizá porque te mueve algo que procede de la infancia, un relámpago de lo que se materializó...

No me cabe duda de que yo aquel día estaba dando mi réplica personal a la experiencia reciente y sórdida de mi primera comunión. Allí estaba descubriendo mi mundo personal, extraño y enigmático. Toda mi vida he estado persiguiendo recuperar aquella sensación primigenia del sentirme aéreo, ligero, de caminar por el otro lado de las cosas. La literatura y el arte en general nos conectan con otras dimensiones, nos hacen salir fuera de nosotros mismos, como si camináramos por el techo y uno no puede sino sentirse estremecido de emoción estética. Había llevado a cabo una de mis primeras “acciones poéticas” y había tenido una reflexión artística de modo inconsciente.

A veces he hecho cerrar los ojos a mis alumnos, les he propuesto respirar hondo varias veces y he iniciado con ellos un recorrido imaginario en que iban descalzos a través de su casa y de pronto llegaban a una puerta. La abrían y salían a un bosque cubierto por el musgo. Les he descrito sensaciones en sus pies andando por el bosque y cuando encontraban un arroyo de agua helada, y han podido sentir el frío, el aire en su rostro, sus manos acariciando la corteza de los árboles, algunas suaves y otras rugosas. Entonces se desnudaban y caminaban solos por el bosque, oyendo el rumor de las hojas, el trino de los pajarillos, las irregularidades de la tierra y el musgo. De pronto pisaban una piedra, pero el dolor era agradable.

Faltaban cinco minutos de clase (en el tiempo de fuera), pero ellos estaban en otro lugar misterioso. Les hacía volver poco a poco, vestirse, y llegar de nuevo a la puerta por que habían salido. Volvían a entrar en su casa y entonces sonaba el timbre para salir al patio, y muchos daban un suspiro volviendo aquí, a este lado... Abrían los ojos, les costaba reaccionar, cogían el bocadillo de chorizo o mortadela e iban saliendo lentamente de clase al patio. El de este lado.

36 comentarios :

  1. Los espejos siempre me han fascinado y ese juego al que te refieres también lo llegué a practicar. De hecho el primer cuento que escribí con cierta seriedad se llama ‘El espejo o la realidad inmediata’, y en parte era un viaje onírico a través del los espejos.

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  2. Mientras leía el relato de esa mágica experiencia de tu infancia me ha parecido estar leyendo a Juan José Millás. Son maravillosos esos descubrimientos extraños y solitarios...Curiosamente yo también tuve una experienca parecida con espejos. Saludos.

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  3. Detrás de la memoria hay otra olvidada o inexistente.Un lugar mágico al que sólo se llega emborrachándose de tu propia lucidez. Muy dificil llegar ahí, y
    quedarse.

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  4. me encanta el concepto del "acto poético"
    no sé quién lo inventó pero yo lo conocí por el loco genio loco de Jodorowski.
    me apasiona tu blog tu blog tu blog
    es el único que leo, viajo y luego vuelvo a la aburrida realidad de mi programación didáctica

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  5. ¡Que envidia das ¡ No recuerdo yo ensoñaciones como esa.
    Lo más parecido algo que sucedió durante una “sesión-iniciación” de Reiki.
    Ya me gustaría a mí que me llevasen por ese bosque…

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  6. Siempre la infancia es mágica. Yo creía que había hadas escondidas en los lugares más insólitos y las buscaba con ilusión, y hasta me parecía entreverlas. No digo nada de un espejo para un niño, qué maravilloso juguete. Me encantaba mirarme y ver las cosas al otro lado. Gracias por tu recuerdo y por ese artista. Un abrazo

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  7. ... a mi eso me pasa cuando voy a la playa por la noche, me tumbo en la arena y miro para arriba. Sólo entonces.

    Saludos.

    p.s. en mi casa te dejé flores.

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  8. Poco a poco vas tejiendo en este espacio privilegiado -para nosotros, los lectores- el tapiz de tu vida. Cuando se lee la historia, la de hoy, por ejemplo, como si estuviera sucediendo ante ti y tú mismo fueras "colocado" en la dimensión vertical del reflejo, entonces no estamos ante una simple evocación nostálgica, sino ante una creación autobiográfica de una potencia extraordinaria. En el fondo ocurre lo de siempre, lo extraordinario no es la vida que se ha vivido, sino la manera como se cuenta. Desde que te sigo en este blog, desde sus inicios, me he percatado del modo como has ido forjando un estilo no sólo propio, sino difícilmente imitable. A la que le des continuidad a esta veta y ninguna automordaza te frene, no sólo "encajarás" la obra, sino que asistiremos al primer éxito de ventas de un autor que se ha fajado y se ha forjado en los blogs. ¡Y todos que lo veamos!

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  9. Cuando era niño también practicaba, aunque puede que no muy a menudo, el juego con el espejo. En mi casa lo tenía difícil, pues había escaleras y eso me ponía una barrera muy difícil de solucionar.

    No sé porque, pero creo que todo el mundo tenemos dos tías como las tuyas. Yo también las tuve, una ya está muerta. No eran tías mías, sino de mi padre, es decir, tías abuelas por mi parte. Una me daba miedo y otra era muy simpática.

    Sigues haciendo lo que nos has explicado con tus alumnos?

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  10. Eloi, actualmente no me atrevo, pero qué carajo, algún día lo haré. Esa sensación de traspasar el umbral es una de las emociones poéticas que llevan a disfrutar de lo intensamente literario.

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  11. Seguimos descubriendo a Joselu: clow, vendedor de libros usados junto a las bocas de metro, artista espontáneo y provocador, meditador Zen.... y ahora: el mesmerismo.
    Me gustaría que me respondieses a una pregunta: ¿qué tal te llevas con Jodorowsky?. Me encantó su libro “La danza de la realidad”. (no por eso dejó de pensar que es un impostor, pero simpático)

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  12. Serenus Zeitbloom, me atrae la heterodoxia y el multifacetismo de Jodorowsky, pero sus derivaciones hacia la psicomagia me parecen delirantes y me le hace perder cualquier atisbo de seriedad. No he leído el texto que citas. Sin duda este artista chileno ha llevado una vida plena y riquísima, con planteamientos muy interesantes pero sus realizaciones finales son pura farsa en el peor sentido de la palabra. Una pena. Yo tengo la impresión de que todavía estoy conformando mi mundo imaginativo. Soy un poco lento. Pero llegaremos.

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  13. Anónimo y Serenus que habéis citado a Jodorowsky, debería de decir que no lo conozco demasiado, pero vuestra referencia me impele a hacerlo. Quizás la psicomagia sea una superchería, pero su camino, por lo que he podido descubrir, es sugestivo, muy sugestivo. Profundizaré en él. Recibid un cordial saludo.

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  14. Hola Joselu:

    Tus alumnos deben estar encantados contigo, al menos yo lo estaría. Y añado que a mí el libro Psicomagia de Jodorowsky me pareció muy interesante. Te dejo una frase suya: "El inconsciente acepta la metáfora."

    Saludos.

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  15. Sensaciones similares experimentaba yo de pequeñajo en la vieja casa de mi abuela en la meseta castellana. A mí no me hacía falta ni agua ni espejo para traspasar el umbral de otras dimensiones, otros tiempos, otras historias...
    Olores intensos, sabores desconocidos, ruidos extraños, decoraciones imposibles, muebles antiguos, recuerdos fotográficos, cajas, baúles, cajones...
    Pero ahora me pregunto: ¿serían aquellas riquísimas guindas impregnadas en licor que nos daba para hacer mejor la digestión?

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  16. Yo cuando era pequeño, tenía experiencias parecidas a las que tú cuentas. Una era echarme en el suelo y boca arriba, mirar el techo, y mentalemnte (tal como tú narras) recorrer el techo de mi casa. Era otro mundo. Con los espejos era distinto. Mis padres tenían un armario (que todavía conservan) que tenía dos puertas que tenían en su interior sendos cristales. Si ponías una frente a otra, la imagen se multiplicaba hasta hacerse infinita... y yo quería meterme allí dentro... Me he sentido muy identificado con estas huidas hacia mundo paralelos.
    Un abrazo.

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  17. Jselu, cuánto me gusta leer tus experiencias... Ésta, tan fantástica en cualquier sentido de la palabra, resulta original y tierna. Ya ves, la comunión no te pareció nada interesante, más bien al contrario, en cambio un paseo con un espejo te transportó a un mundo mágico y desconocido. Haces bien en querer contar esas sensaciones a tus alumnos. Educar(se) consiste en buena medida en aprovechar las experiencias de los otros y, desde el otro lado (a veces son el mismo)en transmitirlas. La vida se conjuga como un verbo transitivo, aunque ha de pasar por ser reflexivo también.
    Un abrazo, colega.

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  18. lo mejor de Jodo para mí es su universo simbólico y su obra de cómic "el incal" que me tuvo fascinado por completo.
    recibo los saludos joselu, mi nombre es iago

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  19. esque el tema del que hablo me interesa, dado que si eso esta pasando en islandia que no puede pasar aquí. la verdad es que no se como terminara todo esto ni cuanta pobre gente se llevará por delante pero lo que se es que terminará.

    Gracias por seguir mi blog. que por otra parte lo tenia un poco abandonado

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  20. Joselu, estás seguro de que era agua pura lo que manaba del grifo ese? Nunca he oido que beber mucha agua facilite el acceso a otras versiones / visiones del mundo, salvo que se llegue a la intoxicación hídrica, que facilita el acceso a otro mundo... La psicodelia ha precisado usualmente de otras ayudas, externas -Castañeda, Leary,...- o internas, como eran las de Alicia.

    En cuanto a Jodorowsky, no, por favor. Hablamos de cosas serias.

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  21. Pantagruel, lo he pensado muchas veces y no encuentro que aquella ingestión de agua facilitara el acceso a algún estado especial de conciencia, pero lo cierto es que yo lo creía así. Probablemente sea absurdo, pero yo me colocaba con agua del grifo, que entonces se podía beber. Ahora sería mortal. En cuanto a Jodorowsky, confieso, como he dicho antes, que lo desconozco pero me ha parecido sorprendente que haya sido citado por varios comentaristas. Tengo intención de leerlo y decidir sobre su potencial simbólico y artístico. El arte sin duda es un camino distinto al de la ciencia, y me atrae explorar cualquier resquicio que se identifique con mis experiencias. Un cordial saludo.

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  22. Fmop y Marian, me parecería fascinante que algún día pusierais en común esas experiencias con esos elementos enigmáticos que son los espejos. Recuerdo también cuando era niño la impresión que me producía el espejo antes de saber que quien estaba al otro lado era yo, y también el momento en que lo descubrí. No sé si tendría tres años o algo así, pero recuerdo el momento anterior y el posterior.

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  23. el cuaderno de poemas de Rubén, esa memoria inexistente me interesa. Somos las vidas que hemos vivido pero también las que pudiéramos haber vivido, y esas extrañamente forman parte de mi historia o no-historia.

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  24. Iago, no sabes cómo detesto y me siento horrorizado por esos artilugios de horror conceptual que son las programaciones. Como puedes ver, este blog es una venganza explícita contra la pedagogía oficial. Aquí al menos puedo ser libre y vivir otra doble vida. Si hay alguien a quien le interesa es doblemente apasionante. Un cordial saludo.

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  25. Malo, los bosques también son mágicos... En la cuentística y las leyendas son escenarios de encuentros con seres femeninos elementales en las fuentes, hay ogros, árboles que cobran vida, lobos que hablan... Es un espacio que tiene una vida muy intensa y misterio. Mis alumnos se sintieron atraídos por ese paseo en que iban desnudos -y solos - por ese bosque.

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  26. Clares, me interesa la exploración de la infancia a través del recuerdo, del conocimiento único que tiene cada uno de ese periodo de excepción. Algún día lo iniciaré. Creo que lo poético, la metáfora y el símbolo son parte de ese mundo infantil de potencia extraordinaria.

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  27. Vero, la contemplación del universo es una fuente de dicha y de maravilla. La Oda a la noche serna de Fray Luis de León nos habla de ello. Hace tiempo que no me tiendo a mirar las estrellas y me gustaría hacerlo con mis hijas.

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  28. Juan Poz, no sabes lo que aprecio tus observaciones porque captas la historia desde el lado de la construcción literaria. No importa lo que se haya vivido sino cómo se cuente. Me gustaría que mi potencial literario fuera más potente. Me veo muy limitado. Sin duda, estos posts distan mucho de ser una página pedagógica al uso y hacen incursiones en territorios muy diversos. Me interesa ese momento en que la vida se funde con la ficción más que la ficción pura para la que no estoy dotado. Tus generosas reflexiones me infunden ánimo y espero que este blog se llene progresivamente de literatura y vida, así mezcladas sin fácil distinción.

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  29. Elvira, El inconsciente acepta la metáfora. Hum, parece interesante. Gracias por estar por aquí. El nombre de este psicomago vuelve a aparecer.

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  30. Marcos, yo no tuve la suerte de conocer a mis abuelos, a ninguno. Me falta ahí un eslabón que lamento. Creo que a los niños de ahora, sumergidos en tanta tecnología, les falta también ese acceso a esos caserones antiguos, con olores, con sabores, con baúles y buhardillas misteriosas. Y las guindas - que yo no probé- debían ser realmente estimulantes. Recuerdo que me daban Quina Santa Catalina que estaba de muerte. Ahora somos mucho más pacatos respecto a los niños. No sé si podrán alimentar su mundo infantil del mismo modo que nosotros tuvimos la oportunidad de hacerlo.

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  31. Miguel, de nuevo los espejos como creadores de realidades múltiples. Hay algún cuento de García Márquez que recrean esta idea de los reflejos enfrentados en forma de sueños que se contienen unos a otros. Creo que en definitiva suponen estas experiencias de niño el acceso a la realidad poética que luego vamos perdiendo cuando nos hacemos adultos.

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  32. Yolanda, la primera comunión no sólo no me resultó interesante sino que la recuerdo como especialmente ominosa. Algún día escribiré sobre ella.

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  33. A mí nunca me ha pasado nada parecido, y mira que tengo todos los ingredientes: Tías solteronas, casona de techos altísimos, suelos de madera crujiente, ventanales y galerías que dan a una huerta inmensa llena de posibles aventuras.... Nada, yo no he flipado así jamás... Ni jartita de vino (literal)...
    Pero fíjate como Panta le ha quitado todo el romanticismo a tu historia Joselu... La ciencia a veces da al traste con las mejores historias dándo la razón científica de los mejores sueños...

    Vero, a mí eso que has descrito me encanta. La arena, el mar susurrando, el cielo oscuro y lleno de estrellas y una luna inmensa mirándome respirar.... Eso si que es para flipar...

    Un beso a todos

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  34. me he devorado varias de tus entradas casi sin respirar: vengo del sitio de vero, que te premia, y ahora entiendo por qué.
    y te explico qué es lo que me emociona de éste lugar tuyo:
    estoy a punto de dar el paso: de dejar mi trabajo gris de administrativa y dedicarme a la enseñanza. estudié humanidades, y quiero enseñar historia, filosofía...todo el mundo me dice que si estoy loca, que los chavales de hoy en día son unas fieras, que...
    no sé. necesito unas palabras de ánimo de alguien con experiencia.
    ¿qué me dices?
    un abrazo.

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  35. Dudo, para ser profesor hoy día hay que tener imaginación, optimismo, capacidad de acercarse a los chavales (que no se distinguen por su respeto ni sus ganas de trabajar),paciencia, cercanía, firmeza, resistencia frente a la adversidad, mano izquierda, capacidad de sacrificio, empatía, y la confianza en que la realidad puede cambiarse por cruda que sea. Si encajas en ello, seguro que serán una espléndida docente. Sobre todo hace falta mucha ilusión y la capacidad de quererlos pese a lo que pese. Enseñar pasa a un segundo lugar. Es un presupuesto pero lo principal es educar enseñando. Gracias por tus palabras y bienvenida al blog. Un saludo.

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  36. Vamos mal. La escuela, sobretodo la pública, debe ser un lugar aburrido donde se expliquen cosas sin demasiado sentido y sin ninguna relación con el mundo real, que no causen ninguna emoción fuerte. Hay que percibir que al propio profesor le importa todo un bledo. En 1984 ya hubieras desaparecido hace tiempo, y en el 2009 yo creo que entre lo de las margaritas de hace tiempo (que lo conté en casa a la hora de cenar) y ahora esto, algún problema habrás tenido. Procura no desvanecerte.

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