El jueves pasado, 20 de noviembre, quién lo iba a decir, se celebraba el día mundial de la Filosofía. Por casualidad estaba yo frente a la facultad de Filosofía de Barcelona que ofrecía un aspecto singular. Estaba paralizada por una huelga y toda llena de carteles y pancartas alusivas y contrarias al plan de Bolonia, había piquetes en las puertas de acceso compuestos por jóvenes con aire libertario y pañuelos palestinos. Entré y di una vuelta por el recinto empapelado que me trajo recuerdos de mis años de lucha en la universidad contra el franquismo y sus secuelas.
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viernes, 21 de noviembre de 2008
Proceso de Bolonia
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Leer contra alguien
lunes, 17 de noviembre de 2008
Joselu
Hace unos días me escribió un correo una amable lectora del blog y bloguera también sobre cuál era la identidad que me gustaba para dirigirme sus reflexiones. ¿Quería que me llamaran Joselu o cómo deseaba ser citado? La pregunta me hizo pensar porque ese sobrenombre que se ha adherido a mi piel, Joselu, está lleno de circunstancias extrañas. Implica enigmáticamente mi vida de bloguero y mi contacto con la blogosfera. Comenzó por azar hace tres años. No sabía cómo firmar y, sin pensarlo demasiado, sin saber a lo que me exponía, escribí lo primero que se me pasó por la cabeza: Joselu.
A Joselu le atrae ser escritor, pero yo le digo que no tiene nada importante que decir, que todo está dicho ya y de maneras mejores que lo que él sabe hacer, pero él, erre que erre, insiste y prosigue en su entusiasmo grafómano. Le gusta escribir sobre temas docentes pero también sobre otras cosas que no tienen nada que ver con las aulas. A veces me lo encuentro haciendo yoga o tai chi y me dice que Freud está superado, pero no descarta hacerse un psicoanálisis algún día o practicar zazen. O viajar al desierto, a pesar de que soy un sedentario contumaz y no me gusta ni moverme para ir a la playa en los veranos.
viernes, 14 de noviembre de 2008
El sustituto
Hace unas semanas el Canal 33 de la Televisión catalana emitió un interesante reportaje sobre la experiencia de un profesor sustituto, Max, en el instituto Hallomberg en el área metropolitana de Estocolmo. El profesor, joven e inexperto, se enfrenta a sus clases con alumnos, muchos inmigrantes, en medio de un desbarajuste completo. No consigue que se callen, ni que dejen de levantarse. Hay elementos distorsionantes en el aula, pero el desorden es generalizado. Así en todos los cursos. Sorprende este panorama en un país tan avanzado como Suecia. Las clases son amplias y en los cursos no hay más de veinte alumnos. Max no sabe qué hacer. Se encuentra perdido y se cuestiona su capacidad. Su autoridad es casi nula y su voz es impotente ante la situación del aula. Las amenazas de expulsión no surten efecto.
martes, 11 de noviembre de 2008
El niño que leía a Dostoievski
Hace ya unos cuantos años y unas cuantas nevadas, yo era profesor en Berga, una pequeña ciudad al norte de la provincia de Barcelona, al pie de las montañas del Prepirineo. Allí pasé tres años de los más felices en cuanto a mi experiencia docente. Los muchachos eran receptivos y con ganas de hacer algo diferente con la literatura, la asignatura que entonces existía y de la que era profesor a tiempo completo.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Dante, poeta terrenal.
Sospeché de él inmediatamente. Era inequívoco su aire profesoral. Llevaba un gorro de punto azul y una chaqueta de pana negra. Se pidió un tallat y se puso a hojear un libro cuyo título me costó descubrir pero al fin lo atisbé: Dante, poeta del mundo terrenal de Erich Auerbach. Yo intentaba leer otro titulado Al oeste de Roma (Mi perro Idiota) de John Fante. Los dos íbamos al mismo sitio y hacíamos tiempo en aquel café antes de la reunión. Mi colega era también profesor de Literatura y venía a la reunión de Coordinación de las PAU de la asignatura Literatura Española de Modalidad.
La convocatoria era en el instituto Jaume Balmes de Barcelona a las cinco de la tarde. Era miércoles y en la entrada nos agolpábamos una veintena de profesores esperando que alguien nos dijera dónde era la reunión. Un grupo charlaba animadamente sobre los exámenes de las pruebas de acceso a la universidad. En la columna que había junto a nosotros había varios carteles de la asociación de padres y madres e información variada del instituto. De pronto una profesora se destacó del conjunto y nos llamó para acompañarla a la sala de actos. Se llamaba Teresa Barjau, como pudimos saber después, y era la subcoordinadora de las PAU. Seríamos unos cincuenta en total. Nos sentamos en las sillas frente al escenario. No había micrófono y Teresa, la subcordinadora, se dirigió a nosotros alzando la voz para decirnos que las PAU de este año mantendrían el mismo tipo de examen del año pasado, pero que no podría decirnos nada del cambio previsto con la entrada de la LOE. No se sabía nada sobre el examen del nuevo currículo.
Enseguida se encendieron las protestas. Varios profesores argumentaron certeramente sobre la necesidad de tener ya pautas para preparar la asignatura cara al curso que viene. Después de diversas consideraciones sobre el examen, otros hablaron de la pérdida de la asignatura de Literatura Española en varios centros por la organización del nuevo currículo. La subcordinadora habló de la irreparable pérdida de peso como asignatura de las literaturas (tanto catalana como española). Es un proceso imparable. A los alumnos no les atrae nada enfrentarse a textos complejos y de otras épocas y tienen menos nivel. Cada vez hay menos estudiantes que elijan literatura frente a otras opciones más prácticas. La tendencia es a que desaparezca como asignatura. En las lenguas también se ha perdido una hora semanal. Ahora en Cataluña sólo hay dos horas a la semana para lengua y literatura en Bachillerato. La introducción de nuevas asignaturas como sociología y psicología y los nuevos enfoques desde el punto de vista de la psicopedagogía han adelgazado la presencia de la lengua y la literatura. La literatura y también la lengua han perdido prestigio social frente a asignaturas como el inglés, las matemáticas o la tecnología. Según la subcordinadora era un proceso a nivel europeo, no sólo español. Aquí resulta difícil argumentar su necesidad ante razonamientos que hacen hincapié en las horas que ya ha habido en la ESO y lo poco que se ha conseguido en nuestros alumnos que se expresan cada vez peor.
Alguien sugirió la necesidad de coordinarnos, de redactar manifiestos y enviar cartas a la prensa. Otros sectores como las clásicas o la filosofía se habían movilizado con mayor convicción que nosotros. Se sugirieron otras reuniones. No debía perderse la literatura en una seria formación humanística. ¿De qué tipo de ciudadanos estaríamos hablando si se arrinconaba la formación literaria? ¿No serían cada vez más superficiales y expuestos a lo peor de la sociedad de consumo?
Todas estas opiniones se pusieron de manifiesto, pero nos veíamos invadidos por un claro fatalismo. Exponíamos estas razones pero nos temíamos que ya éramos una cofradía romántica en vías de extinción, la de los profesores vocacionales de literatura. Nos mirábamos entretanto perplejos.
No había mucho más que decir. Habíamos hablado sin micrófono pero nos habíamos oído. Éramos una minoría sin mucho futuro. La subcordinadora nos dio su email y la reuníón se cerró con el compromiso por su parte de tenernos informados. Salimos rápidamente en grupos. Bajé por Pau Claris hacia la plaza Urquinaona. A mi lado caminaba el profesor de mediana edad que leía el libro sobre Dante. Le saludé y me respondió cordialmente. Era profesor en Martorell y se llamaba Antonio. Tenía un gran sentido del humor y nos reímos con ganas del desastre que había constituido la reunión. Yo le hablé de Idiota, el perro que protagoniza Al oeste de Roma de John Fante. Sólo se siente atraído por perros o seres humanos de su mismo sexo. Se abalanza sobre ellos y les lame mientras su miembro se pone tieso. Es tronchante. Decidimos irnos juntos a tomar algo. En la plaza de Urquinaona había una manifestación multitudinaria de los afectados por el expediente de regulación de empleo de Nissam. Mil setecientos despedidos que se manifestaban junto a los de otras empresas como Frigo y miles de trabajadores más. Miramos pasar la manifestación dándonos cuenta de lo fastidiado que estaba todo. Y no ha hecho sino empezar. La crisis se va a agudizar -nos dijimos-.
Entramos en un bar de Sant Pere més Baix y nos pedimos una botella de Rioja. Antonio tenía una curiosa concepción del mundo y la literatura. Hablamos de nuestros autores preferidos. Ambos habíamos leído a Dante, y nos sentíamos atraídos por la literatura rusa, en especial Dostoievski, Tolstoi, Goncharov, Chejov... Brindamos y bebimos hasta que terminamos achispados y contentos hablando de nuestro mutuo amor por Galdós. Éramos incorregibles enamorados de la literatura, sin mucho futuro pero hoy estábamos eufóricos. Mañana sería otro día. Los de Nissam están peor.
martes, 4 de noviembre de 2008
Barack Obama
Yo no puedo votar, por razones obvias, en las elecciones de Estados Unidos. Sin embargo, he de reconocer que esta campaña me ha llegado con calor y no tengo dudas sobre cuál es mi candidato preferido que no es otro que Barack Obama. El senador por Illinois ha sabido hacer una campaña seria y coherente, sin estridencias, con respeto, con honestidad, y ha llegado a ganarse lo que se está debatiendo en Estados Unidos: la confianza. Confianza en alguien que puede sacar a su país de la crisis económica y moral en que está hundido tras ocho años nefastos de la administración Bush.
domingo, 2 de noviembre de 2008
Un reencuentro
miércoles, 29 de octubre de 2008
Guerra en el Congo
Euforia en las bolsas americanas y europeas. El Ibex 35 sube en estos momentos que escribo 6,90 %. Recibo dos correos a lo largo de la mañana del miércoles. Uno de mi suscripción a las noticias de Le Monde y otro de Viajar.com que me ofrece “Un mundo para descansar. Hoteles a 40 €”. El titular, en cambio, del día en Le Monde dice así:"El ejército gubernamental se repliega delante del avance de los partidarios de Laurent Nkunda, que se aproximan a la ciudad de Goma, en proximidad con la frontera con Ruanda. Los cascos azules son impotentes delante del avance de los rebeldes". La guerra nuevamente se ha reanudadado en el este de la República Democrática del Congo. Decenas de miles de personas huyen presa del pánico ante el avance de las fuerzas del CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo) de tendencia protutsi dirigido por Laurent Nkunda que se enfrenta a las Fard (Fuerzas Armadas de la República Democrática) de tendencia gubernamental y a los combatientes hutus (FDLR). Parece iniciarse la tercera guerra del Congo que ha dejado un reguero de cuatro millones de muertos y millones de desplazados y refugiados. Los destacamentos de la Naciones Unidas (Monuc) allí destinados manifiestan su fracaso en conseguir el cese de las hostilidades. La zona de Kivu Norte es una de las mayores productoras del mundo de coltán y casiterita, elementos imprescindibles en la telefonía móvil y las videoconsolas. Todas las facciones enfrentadas negocian con estos minerales que son extraídos en condiciones de esclavitud.
La situación es confusa y no se acaba de entender el lío de siglas que concurren en estos enfrentamientos que oponen nuevamente a partidarios de los hutus y los tutsis, como en el terrible genocidio de Ruanda en 1994. Pero una cosa es cierta, Occidente está muy interesado en los yacimientos de coltán y casiterita que hay en la zona y los compra a cambio de armas y dinero a todas las partes enfrentadas. Armas y corrupción no les falta. Todo lo demás sí.
La principal víctima es la población civil que es asesinada y ha de huir de las zonas de conflicto en la zona más castigada del planeta.
Para mi sorpresa ni la edición digital de El País ni la de El Mundo hacen referencia a la situación en el este del Congo. La principal noticia es, cómo no, la citada al principio, la de la euforia en las bolsas de todo el mundo. Ello oscurece una tragedia como la que está pasando en estos momentos y que pasa desapercibida para el público occidental que se tienta los bolsillos para saber cómo le está afectando la crisis.
Recuerdo una conversación un día en Foz (Lugo) en el mercadillo. Una señora decía a un africano que lo que le vendía era muy caro, “que estábamos en crisis”. Él le respondió: “Crisis, señora, en África”.
Nada más, que no les olvidemos.
viernes, 24 de octubre de 2008
El espacio del dolor
Caixafórum, el centro cultural y social de la Caixa, acoge desde el 22 de octubre en Barcelona una interesante muestra de pintura, que abarca desde el Quatrocento al Barroco, titulada El pan de los ángeles. Son cuarenta y cinco obras pictóricas y tapices procedentes de la Galería de los Uffizi de Florencia. La exposición permite hacerse una idea de la evolución de la pintura italiana entre los siglos XV y XVII. Está organizada en torno a siete apartados en torno al sacrificio realizado por Cristo para redimir al hombre del pecado original.
El pan de los ángeles abarca desde la pintura de Botticelli al pintor barroco Luca Giordano cuya Subida al monte calvario ilustra la entrada de este post con un expresionismo muy marcado para provocar la emoción y la devoción del espectador. En la muestra destaca La Madonna della Logia de Sandro Botticelli. Su mirada, aparentemente serena, ya refleja la preocupación por el destino que aguarda a su hijo.
La exposición supone un recorrido por la espiritualidad de Occidente mediante el recuerdo de la entrega del hijo de Dios. Antiguo y Nuevo Testamento. El pecado original, el maná en el desierto, la anunciación, el nacimiento, la adoración de los pastores, la última cena, la flagelación, la crucifixión y la resurrección. En cuarenta y cinco cuadros vi compendiados los mitos del cristianismo, mitos que me resultaban lejanos por más que la pintura que allí estaba viendo me seducía y maravillaba. La cosmovisión del Renacimiento y del Barroco buscando sus claves de espiritualidad y del sentido de la vida en la idea del sacrificio de Cristo por todos nosotros. El pan de los ángeles. De estas imágenes e historias me nutrí cuando era pequeño en tardes inmensas en el colegio de las monjas al que asistí hasta mi siniestra primera Comuníón. Más tarde en rosarios rezados a las seis de la tarde en el colegio de curas donde estudié durante nueve años. Imágenes que contemplé en procesiones larguísimas donde Cristo sufría lo indecible por todo el género humano.
Pero todo aquello no me decía nada. Me decía sí la pintura, el lenguaje del arte. El rostro desolado de la Virgen desfallecida con los símbolos de la Pasión de Cristo de Alessandro Allori, la Virgen con el niño de Parmigianino, La sagrada familia de Michele di Rodolfo... Pero más allá no había ningún significado, ninguna emoción como la que podían sentir los hombres de aquellos siglos.
Salí desconcertado, por un lado con la emoción de la pintura que había visto, pero también desolado por la lejanía que me suponían aquellas bellísimas imágenes sobre lo que representaban. Vi los últimos tres tapices con motivos de La última cena y el Descendimiento de la Cruz y me dirigí a la siguiente sala. No había nadie. Vi una puerta y una habitación en penumbra. En la puerta estaba el nombre del artista Joseph Beuys y se titulaba El espacio del dolor. Me quedé anonadado. Entré con precauciòn y vi un cuarto, tenuemente iluminado por una bombilla, de paredes de plomo, planchas de plomo rayadas con signos que ignoraba si estaban hechos por la gente que había visto la instalación o eran obra del mismo artista Joseph Beuys cuya historia y trayectoria investigué cuando llegué a casa. En el cuarto, de unos treinta metros cuadrados, no había nada excepto dos anillas en el techo junto a la bombilla. No había nada más. Aquello me recordaba una cámara de gas, era un lugar de agonía. Me acordé de la agonía de Cristo en la cruz. Relacioné dos imágenes conectadas con el sufrimiento y la muerte. Aquella habitación me evocaba la angustia y la muerte. No sé qué pretendería el artista, pero el título de la obra El espacio del dolor (Schmerzaum) resultaba explícito. La atmósfera resultaba opresiva, la iluminación, sórdida. ¿Habría salida? ¿Qué significaban las dos anillas del techo que parecían no ser de plomo? ¿Qué diálogo pretendía el artista conmigo? ¿Era para acostumbrarme a la muerte? ¿O era una accesis espiritual la que me estaba proponiendo el artista con un renacimiento posterior? Seguía sin entrar nadie. De vez en cuando se veía a alguna pareja despistada que miraba sin entrar, sin entender que aquello era algo más que una habitación vacía. Me senté en un rincón de aquella habitación tétrica, igual que cuando entré en el patio de las columnas de la mezquita de Córdoba. Algo me decía que aquello había que verlo desde abajo como participando de un profundo decaimiento del ánimo, abrumado por la atmósfera agobiante. Revisé las imágenes de la exposición de pintura italiana. Algunas se me habían quedado grabadas como la del Cristo en la escena del calvario de Luca Giordano cuyo rostro va a ser enjugado por la Verónica. El dolor es una experiencia universal. No podemos aspirar a estar en una burbuja protectora aislados del dolor. La vida es dolor y también capacidad para superarlo, y elevarse por encima de las paredes de plomo para encontrar la plata de esas anillas suspendidas en el techo, anillas que reflejan la luz. El plomo es protector, te aisla del exterior pero no refleja la luz. Somos migajas de luz en la oscuridad del universo. Y aspiramos al autoconocimiento. Joseph Beuys vino a decir que todos los seres humanos somos artistas y que cada acción es una obra de arte. Allí en aquella mañana de lluvia él y yo habíamos trenzado una comunicación a través del tiempo y habíamos sentido emociones paralelas. ¿Sería también un poco artista?
domingo, 19 de octubre de 2008
Camino
Reconozco que fui a ver Camino, película dirigida por Javier Fesser, sin muchas ganas. Sentía aprensión por lo que había visto en un vídeo promocional. Una niña de once años enferma de cáncer en la médula y su sufrimiento es utilizado para la glorificación del OPUS DEI en un ambiente que constituye una radiografía respetuosa -no un diagnóstico- de la Obra fundada por Monseñor Escrivá de Balaguer. El resultado es una película magnética por la personalidad de la niña que interpreta el papel de Camino, Nerea Camacho. La película está inspirada en hechos reales sobre una niña formada en el ambiente de esta asociación religiosa llamada Alexia González-Barros que murió en 1985 y está actualmente en proceso de canonización.
Camino es una muchacha llena de vida que parece ofrecer todo su terrible sufrimiento por Jesús. Todo el ambiente de su familia es opresivo, aunque se puede decir que no está caricaturizado. Es simplemente así. Su madre, encarnada certeramente por Carme Elías, es una fanática de la orden que cree que la enfermedad de su hija es un bien venido del cielo. Su padre, en cambio, es tierno, frágil, impotente, pero resulta un personaje entrañable.
Carlos Boyero, crítico de El País, ha calificado la película de documento que le produjo horror y que le obligó a desviar la vista de la pantalla rebelándose contra esa secta oscurantista que manipula el sufrimiento de la niña para su propio engrandecimiento. Pero reconoce que la película le había tocado y no le dejó insensible. Es la misma sensación que he tenido yo al enfrentarme a un filme complejo cuyas conclusiones están abiertas al criterio del espectador.
No creo que Javier Fesser haya querido hacer una película contra el OPUS DEI. Nada hay de manipulación en la ambientación que no responda a la realidad. Ese es el auténtico horror. La hermana es candidata a numeraria de la orden y la vemos robotizada y carente de vida personal. Cualquier duda en la orden es considerada como tibieza. Pero Camino tiene su alegría y sus visiones que lindan con el surrealismo. Y además está enamorada de un niño de su edad que se llama Jesús. De ahí la ambigüedad de la película. La escena que en su lecho de muerte se imagina bailando con el muchacho con un vestido rojo y unas camper rojas, rodeados de flores, es antológica y bellísima.
He rastreado en páginas del OPUS constatando, para mi sorpresa, que la película no les ha desagradado, al contrario que a su familia que la consideran una manipulación especialmente en la mención que se hace al final de la película del nombre real de Alexia como homenaje a la niña y en algunos detalles como los aplausos cuando la niña muere.
Es una película muy rica en matices, muy bien interpretada, y que sorprende por su fuerza emotiva. Horroriza y cautiva a la vez.
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NOTA POSTERIOR: Por honradez intelectual he de hacer constar que la reacción del Opus Dei ante la película no es favorable como había escrito. He tenido acceso a la página oficial Opus Dei en que se vierten juicios muy negativos con el conjunto de la película a la que se califica de radiografía desenfocada y falseada.
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Sin embargo, la página no oficial El Opus Dei en Valladolid se hace eco de las entrevistas a Nerea Camacho, al director y de la crítica de Carlos Boyero. Esta página es una web formada por ex-miembros del Opus Dei muy críticos con su antigua organización.
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miércoles, 15 de octubre de 2008
Artistas africanos
domingo, 12 de octubre de 2008
Arte contemporáneo
Cuando viajo me gusta visitar los museos de arte contemporáneo que han proliferado por toda la geografía española. No he tenido ocasión de visitar ARCO, la feria de arte contemporáneo que se celebra en Madrid y que es la más importante de nuestro país. Es interesante intentar un diálogo con el arte que se está haciendo ahora. La idea de lo contemporáneo puede aplicarse a todo el siglo XX, o más restrictivamente al realizado después de la segunda guerra mundial, o incluso más reducidamente al creado tras el ataque a las torres Gemelas de Nueva York. Cuando paseo por las salas de un museo contemporáneo intento mantener una conversación con el artista que hace la propuesta. ¿Qué me está diciendo? ¿Qué pretende expresar? ¿Qué reflexión hay sobre el arte en su propuesta plástica, pictórica o literaria? No me considero un erudito en arte, mi visión es bastante simple. Me gustan los planteamientos de la modernidad que llegan a fundirse con mi visión del mundo. Mis impresiones en general suelen ser bastante decepcionantes. Hay demasiados museos de arte contemporáneo y no hay una producción de altura estética para llenarlos. El otro día paseaba por la colección del MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) y mi juicio no podía ser más pobre. Lienzos pintados totalmente en negro, esculturas con forma de caja de metal, formas inexpresivas carentes de imaginación, profundamente aburridas, una serie de cojines gigantes clasificados por colores. El bostezo me asaltó repetidamente cuando visitaba sus salas llenas de turistas que no sé muy bien qué sentirían ante aquella vaciedad e inanidad.
Hace unos meses tuve ocasión de ver la exposición conjunta de Picabia, Man Ray y Marcel Duchamp en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña). Tuve ocasión de verla con mis hijas que se aburrieron profundamente. No tuve ocasión de verla con excesivo detalle, pero sí que llegué a la considerada obra fundamental del siglo XX, la fontana de Marcel Duchamp, un urinario puesto del revés. Imaginaba que cuando llegara a tal icono del arte dadaísta sentiría algún tipo de emoción profunda. Tantas veces había hablado de él y de la nueva concepción del arte que se derivaba de aquella fuente de la marca Mutt. Pero no fue así. Mi reacción fue fría, aquel objeto, o aquella cosa como acostumbraba a decir Marcel Duchamp, me dejo absolutamente impasible. No sentí nada, y casi me surgió de nuevo el bostezo. Fue una terrible decepción. Pensar que buena parte del arte del siglo XX derivaba de aquel objeto que ha sido considerado como el elemento artístico fundamental del siglo pasado resultaba decepcionante.
Estas fotos fueron publicadas por http://agaudi.wordpress.com/2007/10/24/desiree-dolron-fotografias/ .
miércoles, 8 de octubre de 2008
Negra sombra
Este año entra, como novedad en las pruebas de las PAU en la especialidad de Literatura Castellana, la poeta gallega Rosalía de Castro (1837-1885). Reconozco que la había tenido orillada en mis intereses poéticos, reducida a una posición sentimental y folclórica. Sin embargo, la profundización en su vida y su obra me la ha hecho emerger como un personaje interesante y auténticamente apasionante. Tuvo conciencia de levantar la bandera del idioma gallego –hablado por el pueblo pero desprestigiado en las élites- en la creación poética. Publicó dos libros en gallego: Cantares gallegos (1863) y Follas novas (1880). Tras el primer libro –se dice que cantó la alondra- nada volvió a ser igual a pesar de los graves problemas de distribución que tuvo aquella obra que inauguraba la moderna literatura en gallego. Ella, que no era una intelectual, consiguió que su voz llegara a la sociedad gallega y que fuera conocida y recitada, quizás más que leída.
viernes, 3 de octubre de 2008
Leyendo a J.G. Ballard
Nuestra existencia es una negociación con el futuro en el que viviremos el resto de nuestras vidas. Nuestra identidad una entelequia absurda que se debate en espacios interiores más que exteriores. Vivimos en un submundo surrealista tras una fachada burocráticamente ordenada. Un centro de enseñanza: escaleras vacías, geométricas, pasillos acristalados, puertas que encierran energías desbordantes poseídas por la tecnología, la pornografía y el aburrimiento. Alumnos que se aburren y que añoran la belleza de las salas de disección, el maquillaje hermoso de los muertos, alumnos que deambulan por sus paisajes interiores llenos de enigmas inabarcables. El profesor gesticula, pero sus alumnos añoran algo que dé sentido a sus vidas aunque sea una explosión nuclear o un ataque terrorista. Necesitamos la fuerza de nuestra vida interior con el potencial de la imaginación, las obsesiones, los sueños y la psicopatología.
Autopsia del nuevo milenio (CCCB).
Un análisis lúcido e inteligente del significado de J.G. Ballard: